Fuente: La Nueva España
El centro reorganiza espacios para ganar un aula accesible, otra de trabajo por ambientes y un rocódromo: “Buscamos lugares abiertos” Ante las crisis, buenas ideas. En un contexto en el que varios colegios han sufrido un frenazo a sus obras por la coyuntura económica, otros se estrujan la cabeza para sacarle el máximo partido a lo que ya tienen. Es el caso del Severo Ochoa, en Pumarín, que está impulsado una reorganización de sus espacios con la que han conseguido ganar una nueva aula sin barreras arquitectónicas, otra pionera de trabajo por ambientes, un rocódromo, zona picnic y unos pasillos y unos baños mucho más amigables. Todo ello prácticamente a coste cero y con la implicación del profesorado y de las familias. “Queremos que el espacio sea un elemento educativo más. Buscamos que sean lugares diáfanos, abiertos y que permitan la experimentación”, explica la directora, Sofía González.
Esta reorganización surge en el contexto pandémico. Debido a los grupos burbuja, la dirección impulsó a comienzo de curso una política de impulsar actividades en espacios lo más abiertos posibles. Así, por ejemplo, el patio el colegio cuenta ahora con un rocódromo decorado con monumentos de Gijón como el “Elogio del Horizonte” o de una zona picnic, muy apreciada por los alumnos en el recreo. También, cambiando la biblioteca de sitio, han logrado tener un aula sin barreras arquitectónicas en la planta baja, ideal para alumnos con problemas de movilidad.
La joya de la corona de esta idea es la creación de un aula dinámica. Esto se trata de una clase en la que se pueden trabajar en diferentes ambientes, por grupos pequeños. En total hay cuatro ambientes, el tecnológico, donde se hacen labores de programación; el de luz, donde estudian la luz desde la ciencia; el artístico, en el que se usan materiales cotidianos para hacer creaciones y el ambiente informativo, para planificar los proyectos. Las ventajas de esto las cuenta Ana Rodríguez, profesora de Infantil. “Lo bueno es que los ambientes se crean rápido y podemos trabajar por edades”, recalca.
Con estos sencillos retoques, el Severo Ochoa se ha quitado años de encima. Se nota hasta en los baños, donde la estética vetusta ha dado paso a una más colorida con frases motivacionales para que el día a día se haga mucho más llevadero.

